lunes, 18 de marzo de 2013

Visita al incendio del verano pasado

Hay una actividad programada en nuestro Comenius titulada "Influencia de la Actividad del Ser Humano sobre la Naturaleza". Después de la pesadilla vivida el verano pasado donde un terrible fuego arrasó miles de hectáreas de los municipios de Mijas, Ojén, Coín, Marbella y otros municipios colindantes (El mayor incendio de las dos últimas décadas en la costa del Sol) y todo por una negligencia. Hemos decidido preparar esta excursión para que nuestro alumnado conozca los efectos del devastador fuego y que las clases de los mayores, tercer ciclo de Primaria, pudieran concienciarse del daño irreparable que una imprudencia puede causar.


Aunque ese día toda la etapa de Primaria del colegio salió a una excursión medioambiental para realizar distintas actividades, que iremos contando poco a poco en el Blog.

La verdad es que aprovechamos muy bien la mañana, aprendimos que no se pueden cometer imprudencias como hacer fuegos en verano o tirar cristales en la naturaleza, porque pueden provocar un incendio y las consecuencias son irrecuperables.
En nuestra llegada al terreno que íbamos a visitar teníamos que cruzar un pequeño arroyo, el Arroyo Zaragoza.

Nuestros alumnos y alumnas camino de la zona afectada por el incendio.



Las explicaciones de nuestro guía y técnico de medio ambiente, Jesús,  hizo que la mañana fuera muy enriquecedora y aprendiésemos multitud de cosas sobre la naturaleza, nuestros árboles, fauna...

Durante el paseo pudimos ver algunas de las "barbaridades" que cometen algunas personas y que luego, cuando ya no tienen remedio, lamentamos todos. Aprendimos que los cristales, con la luz del sol, podrían provocar de nuevo un incendio si hay hierbas secas cerca.

Hemos visto como el incendio le afecta de forma distinta a árboles como los alcornoques o los acebuches, dos especies autóctonas de nuestro bosque Mediterráneo. El alcornoque, a pesar de estar protegido por el corcho que era un material ignífugo, dejaba de crecer tras estar afectado por el incendio. Sin embargo, otras especies como el acebuche o el pino piñonero, han quedado totalmente muertos.

Acebuche totalmente muerto por a causa del incendio.

Pino que se debate entre seguir viviendo o morir, como se puede observar en la copa quedan algunos brotes verdes, pero como nos comentó nuestro guía, casi con total seguridad terminará muriendo porque es muy difícil que el agua llegue hasta allí arriba con un tronco prácticamente muerto.

Muchas partes del paseo tenían un aspecto desolador. Aunque muchos árboles estaban volviendo a nacer porque la raíz, al estar bajo tierra, no estaba afectada. El tiempo que tardarán los árboles en coger la altura que tenían será de 50 o 60 años.



Aquí podemos ver como un alcornoque, también afectado por el incendio, estaba volviendo a brotar y ya le salían muchas hojas verdes. Este árbol ya no crecerá más, pero al menos puede seguir vivo gracias al corcho que recubre su tronco.

El paisaje de las zonas que no se han visto afectadas por el incendio contrasta totalmente con la foto anterior, aquí podemos ver a espaldas del grupo lo frondoso de la vegetación de la zona.
 
Curiosidades:

Nuestro técnico en medio ambiente, Jesús, aprovechó la actividad en la naturaleza para explicarnos muchas otras curiosidades, como por ejemplo como se revuelcan los jabalíes en los pequeños charcos para que los depredadores no puedan detectarlos mediante el olfato.

Las huellas alrededor de esta charca y las que fuimos encontrando por el camino nos señalaban que ese era un lugar frecuentado por jabalíes.



También nos explicó la diferencia entre especies de plantas autóctonas, que son las naturales del sitio, y plantas alóctonas, que son las que se han traído de otros lugares y se plantaron allí. Nos comentó que las plantas autóctonas del bosque Mediterráneo se caracterizan por ser de hojas pequeñas y que eso favorece el que no necesiten tanta agua para vivir.


En esta foto vemos plantas alóctonas, como el cactus y la chumbera, que a pesar de no ser propias del bosque Mediterráneo abundan bastante en nuestra zona porque se adaptan bien a vivir con poca agua. La chumbera, que es muy típica en nuestra zona, por ejemplo, viene de América, pero lleva ya cientos de años conviviendo con nosotros.


También aprendimos que la zona que estábamos visitando, hace miles de año estaba bajo el mar, e hicimos una actividad en la que teníamos que encontrar restos fósiles que pudieran demostrarlo. Como podéis ver en la imagen inferior pudimos encontrar bastantes, otra curiosidad que aprendimos sobre la evolución que han sufrido los terrenos a lo largo de las distintas eras.


Por último aprovechamos una vista espectacular de Sierra Blanca para aprender algo más sobre su orografía. El Pico más alto es el Pico de Lastonar, de 1275 m. Aunque popularmente se piensa que el pico más alto de la Sierra es el Pico de la Concha (1270 m), porque es el que mejor se divisa desde la ciudad de Marbella, en esta vista lateral pudimos comprobar lo contrario. Por último destacó el Pico de la Cruz de Juanar, de 1178 m, como el tercer pico en importancia dentro de la Sierra y es donde se encontraban nuestros compañeros y compañeras de Primer Ciclo ese día en su excursión medioambiental.



Descanso:

Como en el "cole" también tuvimos nuestro recreo a las 12:00 para comer algo, la orilla del Arroyo de Zaragoza, hizo que viviésemos un recreo especial en plena naturaleza y pasáramos un rato muy agradable junto a los compañeros y compañeras de 6º.





 

Además, antes de volver al autobús cogimos unos trocitos de plantas autóctonas, para crear unos marca-páginas con plantas de nuestra tierra. Aquí podemos observar unas hojas de lentisco y una hoja de zarzal, la planta que nos da las moras. Estarán en clase durante 15 días secándose dentro de un cuaderno, para cuando volvamos después de las vacaciones de Semana Santa poder hacer nuestros marca-páginas. Que nos sirva como recuerdo de esta productiva salida a la naturaleza.




¡¡Seguiremos Informando!!

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